¿QUÉ QUIEREN LOS JÓVENES? 

Expectativas ante el panorama electoral del 2022

Por: Maria Camila Acero Pérez 

Con las palabras “renovación” y “cambio” nos tienen de elección en elección. Los políticos le dan el discurso a la gente que quiere cambios reales, pero siempre incumplen, siempre será más importante cumplir con los “compromisos” de quienes apoyaron las campañas y se pasan sus 4 años de mandato devolviendo favores. 

Los mayores veedores de los políticos hoy en día son los jóvenes sin oportunidades, encerrados en sus casas esperando a poder encontrar un trabajo que pueda solventar sus necesidades; por lo menos las básicas (comida, arriendo, pago de servicios públicos), y con lo único que se encuentran a diario es un con un panorama desesperanzador y acuden a grupos al margen de la ley que por lo menos cubren con un salario mínimo o poco menos esas necesidades que los políticos y gobernantes no cubren, la otra opción es cometer delitos como robo para poder sobrevivir. Esto no es una generalidad, está claro que no todos los jóvenes roban, pero está claro que un alto porcentaje al final lo hace por necesidad.   

Discursos arcaicos como el de estar en contra del aborto, lo único que muestran es la ausencia de políticas públicas y proyectos y programa educativos donde se enseñe a los adolescentes y jóvenes a tener una sexualidad responsable y donde se garanticen, además, métodos anticonceptivos eficaces. Allí la incoherencia de conservadores y religiosos, quienes poco hablan de educación sexual, pero castigan a quien lo practican irresponsablemente y no se le permite de manera legal un aborto en condiciones de salud decentes.  

Los jóvenes quieren que se les demuestre que los políticos no se roban la plata (tarea imposible), quieren empleos públicos en donde se les valore por sus conocimientos y méritos, no porque necesitan tener una “palanca” para poder trabajar. Quieren evidenciar que los impuestos que pagamos no solo sirven para cenas y eventos prestigiosos del gobierno, que los recursos se inviertan en vías, que se innove en temas de agricultura, quieren gobiernos responsables con el medio ambiente y que los campesinos tengan mejores condiciones laborales, porque si es una generalidad que los jóvenes piensan en comunidad. 

Y hablando de comunidad, los ámbitos como el deporte y cultura son fundamentales y básicos para que esa niñez, que en algún momento se convertirá en el potencial electoral de nuestro país, se forme y se eduque. Inculcarle a un colombiano desde la niñez los valores tan importantes que puede adquirir practicando alguna disciplina traerá como consecuencia ciudadanos justos, honestos, empáticos y que trabajan en equipo. Con respecto al terreno cultural, está claro que quienes se desarrollan en entornos de estos, son ciudadanos responsables, sensibles, que entienden su situación y que brindan soluciones ante las adversidades. Que los políticos pongan su mirada en estos sectores, allí es donde esta el futuro, no en sus propuestas limitadas, que solo suplen las necesidades de pocos.  

Esto es, grosso modo, lo que necesitan los jóvenes, no toneladas de publicidad o “papayeras” en los barrios, Necesitan promesas que se puedan cumplir, necesitan alguien que los represente y que luche por sus derechos. Que legisle en favor del pueblo colombiano. 

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